Autillos para el control de cucarachas

El ayuntamiento de Madrid está construyendo cajas nido para que los autillos tengan la posibilidad de criar en puntos de la capital. Se busca favorecer la presencia de estas pequeñas rapaces en zonas como la Casa de Campo y Madrid Río. También se han instalado nidos artificiales en otras zonas para compensar la masiva retirada de árboles y la tala en época de cría.


El objetivo de las cajas es que las poblaciones de autillo se normalicen y estas aves puedan cumplir su función natural: el control de insectos, cucarachas y ratones.

Para el control de plagas

El papel del autillo en la naturaleza es valorado como colaborador para el control y equilibrio de determinadas especies de insectos y pequeños roedores. El plan del ayuntamiento madrileño pasa por instalar 170 cajas nido.

Aunque también han llegado quejas de vecinos a los que les molesta el peculiar silbido que produce el autillo durante la noche, Santiago Soria, consejero de zonas verdes del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid ha manifestado que «Es difícil encontrar el equilibrio, pero hay que entender que son imprescindibles para controlar las plagas de cucarachas, entre otros insectos, o roedores».

Cajas nido para compensar la retirada de árboles

Además, también se ha querido compensar, desde el consistorio madrileño, la retirada de 747 árboles y la poda de 499, lo que ha dejado a muchas aves urbanas sin su tradicional hábitat. Para compensarlo el ayuntamiento ha instalado 126 cajas nido entre Colón y Plaza Castilla.

Con ello se quiere favorecer la nidificación de las aves y así poder estudiar las distintas facetas de la biología de las aves y sus procesos ecológicos. Técnicos especializados en zoología se encargarán del anillamiento y el seguimiento de los pollos.

Beatriz Sánchez, responsable de biodiversidad urbana de SEO/BirdLife califica la instalación de cajas nido como una medida «beneficiosa para las aves que viven en el medio urbano y que sufren la falta de lugares para nidificar», aunque indica que los trabajos de poda se deberían haber planeado mejor «para que no coincidieran con la época de cría».

Cómo son estas cajas nido

Estos nidos se fabrican en madera de pino con certificación PEFC (explotación sostenible de los bosques). Tienen el frontal abatible para poder acceder a su interior, lo que facilita su limpieza después de la época de cría, y tejado inclinado para evitar la acumulación de agua. Además, se les ha aplicado un tratamiento hidrófugo con aceite de linaza. Por sus dimensiones pueden albergar especies como herrerillos, carboneros comunes y garrapinos, gorrión molinero y, esporádicamente, agateadores.

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