Autorizadas las batidas preventivas de jabalí

Parece que el buen criterio llega a las administraciones y se empieza a actuar a priori, es decir, antes de que la desgracia suceda. Hasta ahora la Xunta Galega sólo autorizaba las batidas de jabalí cuando el daño estaba hecho, es decir, cuando los propietarios de fincas y huertas demostraban que el suido había destrozado lo que habían sembrado.


El protocolo también incluye la autorización de utilizar fuentes luminosas en las esperas nocturnas

La Xunta ha actuado demostrando cómo deben afrontarse estos problemas: si cada año se presentan infinidad de denuncias por daños en determinadas zonas, no cuesta demasiado adelantarse a esos daños y prevenirlos. Así, hasta el próximo mes de junio se autorizan las batidas preventivas, coincidiendo con la época de mayor sensibilidad para las especies silvestres, en etapa de reproducción, y también con la época de siembra.

La Consellería de Medio Ambiente ha presentado un protocolo apoyado en la necesidad de «eficacia» y se compromete a que los ejemplares abatidos durante estos meses no se contabilizarán en la cuota anual de capturas de cada tecor, por lo que no les influirá en su actividad durante la próxima temporada.

Procedimiento de estas batidas

La novedad de este protocolo es que se tiene en cuenta que «en caso de daños importantes en explotaciones agrarias» o si concurren «circunstancias especiales o excepcionales», se podrá dejar de lado el sistema gradual que se venía imponiendo hasta ahora en el que los daños eran anteriores a las batidas y, tanto el presidente de la sociedad de caza como los particulares o concellos, podrán solicitar una autorización directa de batida preventiva.

El protocolo también incluye medidas como la autorización de utilizar fuentes luminosas en las esperas nocturnas de los cazadores, algo que, dicen, redunda en la «eficacia» y una «mayor seguridad», así como la ampliación del radio de acción de las batidas de 150 metros a 300. Otra medida es que, en el caso de las batidas por daños, ya no es obligatorio que figuren las firmas de todos los afectados, algo que agilizará los trámites de los permisos.

Todas estas medidas han sido aplaudidas por Antonio García Reinoso, presidente de la Federación Galega de Caza en Ourense, que asegura que el permiso para utilizar luz nocturna aporta mucha seguridad. Que se permita ampliar el radio de acción de los cazadores hasta los 300 metros es más realista en terrenos orensanos, donde predominan las parcelas pequeñas. Pero donde observa el mayor beneficio es en las batidas preventivas, pues ya no se demorarán los 15 días de medias que los cazadores debían esperar para que se autorizaran las batidas por daños.

UNITEGA: «Se puede mejorar»

Así lo ha manifestado Antonio Mota, secretario de Unitega, que destaca que en la toma de decisiones sobre estas medidas no se ha tenido en cuenta al colectivo cazador. Critica que se haya establecido un periodo que abarque sólo hasta el mes de junio, «pero aquí hay otra realidad, una agricultura más pequeña, muchas veces de autoconsumo, una ganadería extensiva a la que el jabalí estropea los prados y cultivos como la patata en A Limia, que se recoge en septiembre, por lo que no entra en este protocolo».

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