Según ha informado el departamento de Medio Ambiente y Vivienda del gobierno catalán, en el Pirineo catalán se han contabilizado un total de 8.891 ejemplares de rebecos, y los censos y programas de seguimiento efectuados por técnicos muestran una sensible mejora en las zonas donde el pestvirus atacó con una máxima virulencia.
El pestvirus es una enfermedad muy contagiosa recientemente descubierta y provocada por un agente infeccioso que ataca el sistema inmunológico de los rebecos, debilitándolos hasta causarles la muerte.
El primer brote del pestvirus se detectó en 2001 en el Pallars Sobirà (Lleida), donde provocó la muerte del 45% de la población de rebecos, tras lo que se extendió por otras zonas del Prepirineo y del Pirineo de Barcelona, donde afectó las reservas nacionales de caza de la zona.
Durante la temporada de caza 2006-2007, el departamento suspendió cautelarmente la caza de rebecos en las comarcas afectadas para garantizar al máximo la supervivencia de los rebecos sanos, favoreciendo así que desarrollaran anticuerpos con capacidad de inmunizarlos ante el pestvirus.
El gobierno catalán está estudiando, teniendo en cuenta los resultados de los censos actuales y analizando los datos poblacionales de densidad y productividad, prohibir su caza de forma local para que las poblaciones sean estructuradas y estables.