Aumentan las poblaciones de lince

Hace tan sólo unos días nos hacíamos eco de la publicación de la Memoria de Actividades del Espacio Natural de 2014, en la que se desvelaba que en el Parque Nacional de Doñana, en los últimos 30 años, habían perecido 163 linces por diversas causas, algunas de ellas aún sin determinar por los expertos que trabajan en el Parque.


Tras estas decepcionantes noticias, después de los varios millones de Euros que se han invertido para el estudio y protección de uno de los felinos más amenazados del plantea, la Junta de Andalucía se ha apresurado a maquillar estas informaciones y anuncia la suelta de dos individuos más en su territorio. Así, en este mes de agosto, la provincia de Córdoba y la de Jaén contarán cada una con un nuevo lince campeando por sus límites, añadiéndose así dos ejemplares al núcleo más importante con presencia de este felino en toda España. Recordemos que en el año 2002 fue declarado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) «en peligro crítico» de extinción. En aquellos años sólo había en la Península Ibérica dos poblaciones linceras, las dos en Andalucía, una en Andújar-Cardeña, la más numerosa, y otra en Doñana-Aljarafe. De los 94 censados por aquel entonces, se ha pasado a 327 en 2014, gracias a los exitosos programas de recuperación, en los que se han invertido más de 72 millones de euros, y por los cuales el grado de riesgo de desaparecer de los linces ha bajado, pasando de estar «en peligro crítico de extinción» a solamente «en peligro». La puesta en marcha de los proyectos de conservación del lince ibérico ha propiciado, además, que se hayan habilitado nuevas áreas de población para la especie, como en la jiennense de Guarrizas y en la cordobesa de Guadalmellato, ambas conectadas con la zona mayoritaria que conforman Andújar y Cardeña, en Sierra Morena. Además, este plan de conservación ha sido capaz de atravesar fronteras e iniciar la reintroducción del lince en nuevas zonas, como en Portugal, Extremadura y en dos áreas de Castilla-La Mancha a través del programa Life Iberlince, que tiene una vigencia hasta finales del año 2017. Desde el grupo de expertos e integrantes del proyecto Iberlince se llama a la cautela, incidiendo en varios puntos aún necesarios de corregir para garantizar aún más la supervivencia de la especie. Una de ellas pasa por contrarrestar la muerte de conejos de monte por enfermedades víricas, circunstancia que pone en peligro al lince por cuanto disminuye su capacidad reproductora e influye en la pérdida de los cachorros, al tiempo que la disminución de conejos hace que el felino tenga que ampliar la superficie de campeo con el consiguiente riesgo de atropello. Con todo, los números avalan que la regeneración de la especie va por buen camino, pues en la actualidad se contabilizan aproximadamente, entre España y Portugal, un total de 327, una cifra que podría haber sido mayor de no haberse producido las 33 muertes del pasado 2014.
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