Según las primeras estimaciones la celebración del Campeonato de España generó en la comarca de Touro un impacto económico próximo a los 18.000 €.
Además de participantes y acompañantes el pasado fin de semana, el ayuntamiento coruñés de Touro se convirtió en lugar de peregrinación para los amantes del mundo del perro de rastro que no quisieron perderse esta cita del más alto nivel nacional.
Fuentes municipales también destacan que eventos de esta magnitud colaboran en gran medida con la divulgación y publicitación de los
encantos naturales que ofrece a los visitantes el
mundo rural gallego.
En otro orden de cosas también cabe destacar, que a la espera de cerrar definitivamente el capitulo de gastos e ingresos, desde la organización resaltan que todo hace indicar que el Campeonato de España de este año presentará un pequeño superhábit.
A pesar del handicap que supuso no poder contar con ningún tipo de subvención, dado el
estado de sitio financiero al que están sometiendo algunas federaciones autonómicas a la RFEC, el evento presentará resultados positivos.
Los ingresos por cuotas de inscripción de los participantes y algunas colaboraciones particulares han servido para suplir la suculenta
subvención que en ediciones anteriores ha recibido este tipo de eventos, que ha rondado en años anteriores los 6.000 €. Euros que salían del bolsillo de todos los cazadores federados.
Imaginación, esfuerzo y sobre todo mucho trabajo han paliado la falta de apoyo económico convirtiendo esta edición en el primer Campeonato de España de la modalidad que se celebra sin el respaldo económico federativo. Probablemente estemos ante una
nueva forma de hacer las cosas. Que ¡ojalá! siente precedente al haber quedado demostrado, una vez más, que es posible realizar competiciones de manera “autosuficiente” sin que supongan un lastre para el colectivo desde el punto de vista económico.
