La ‘munición ecológica’ de la RFEC no cumple los requisitos legales

La Guardia Civil impide que se realice la tirada de presentación que el órgano federativo había preparado para su puesta de largo.


La polémica de la munición ecológica sigue aumentando. La escasa credibilidad de este proyecto, defendido con encono por el actual presidente de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutiérrez Lara, se ha terminado de desvanecer precisamente el mismo día en el que se había anunciado su gran presentación en sociedad. La RFEC había convocado a la prensa para este miércoles 11 de septiembre en el Club de Tiro de Somontes (Madrid). Según rezaba en la invitación, los asistentes podrían conocer de primera mano el estado del proyecto y «probar personalmente este novedoso material alternativo». Nada más lejos de la realidad. Los periodistas pudieron escuchar las intervenciones de Andrés Gutiérrez y Andrés Gil, presidente de Azor Medioambiental, con el que la RFEC está trabajando en este proyecto, pero no pudieron disparar los cartuchos preparados para el evento puesto que la Guardia Civil no lo permitió. El motivo es que esta munición, en la que la RFEC lleva trabajando durante casi una década, ni siquiera cumple los requisitos legalmente exigidos por el Reglamento de Artículos Pirotécnicos y Cartuchería, en lo referente al marcado CIP, cuyo cuño y certificación garantiza la seguridad e integridad de las personas que los disparan. Ante el potencial riesgo que suponía utilizar esos cartuchos —que no han sido aprobados por el Banco Oficial de Pruebas— para todos los asistentes, y a la vista de que no reunían ninguno de los requisitos legales, el cuerpo de seguridad del estado decidió intervenir. Hay que recordar que este proyecto está rodeado de sombras desde sus comienzos, y que se forjó en un turbio entramado empresarial —siempre liderado por Andrés Gutiérrez—, tal y como ya denunció en diciembre de 2011 la revista Jara y Sedal. Algunas fuentes cercanas a la federación señalan que esta rueda de prensa sobre la munición libre de plomo podría ser una simple cortina de humo lanzada por el presidente de la RFEC para tratar de desviar la atención de los graves problemas federativos y judiciales a los que se enfrenta. Una cortina de humo que no habría cumplido su objetivo, cuestionando de nuevo su actuación al frente de este proyecto.
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