Campaña para proteger a las poblaciones de alimoche del uso indiscriminado de cebos envenenados

La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente ha puesto en marcha por tercer año consecutivo en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villlas una campaña preventiva para informar de las graves consecuencias que tiene para el medio ambiente, en general, y para las poblaciones del alimoche, en particular, el uso indiscriminado de cebos envenenados, un delito contemplado en el Código Penal.


Esta iniciativa, dirigida a cazadores, propietarios de fincas cinegéticas y ganaderos, se desarrolla en el marco del Plan de Conservación de Aves Necrófagas en Andalucía y de la Estrategia para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados. Además de las tareas informativas y de vigilancia que llevan a cabo de forma conjunta los agentes de Medio Ambiente de las Brigadas de Investigación de Envenenamiento de la Fauna (BRIF), técnicos de la Estrategia andaluza contra el veneno y del programa para la conservación del alimoche y agentes del SEPRONA de la Guardia Civil, la campaña contempla inspecciones preventivas a cargo de la Unidad Canina especializada en la búsqueda de venenos. Una vez que se encuentran cebos o se produce un envenenamiento se realiza una minuciosa tarea de investigación para tratar de llevar al responsable ante la justicia. El uso de cebos envenenados es un delito recogido en el Código Penal, que en su artículo 336 establece multas o penas de prisión de hasta dos años. Además de las actuaciones judiciales, la Administración autonómica actúa en el marco de la Ley de la Flora y Fauna Silvestre en Andalucía, que contempla la retirada del uso de aprovechamientos en los cotos y fincas en los que se detectan estos cebos y multas de hasta 300.000 euros. Para erradicar esta práctica ilegal la Consejería desarrolla desde 2001 una estrategia para el control de venenos y otras amenazas para la fauna silvestre. Estos cebos no sólo afectan a la fauna, sino que entrañan también peligro para la salud de las personas que viven o visitan el monte andaluz, ya que muchas de las sustancias tóxicas que se emplean en estas trampas pueden resultar letales para los humanos. Gracias a esta campaña no se ha producido ninguna baja en la población de alimoche, existente en la provincia de Jaén. Este hecho se conoce ya que los adultos reproductores han sido identificados individualmente por los técnicos del Plan de recuperación, gracias al patrón de plumas y las peculiaridades de la cara. Al no producirse baja entre los adultos ha aumentado también el éxito reproductor e incluso se ha avistado una nueva pareja que podría asentarse en la zona esta temporada. Dado lo exiguo de la población andaluza de alimoche, 24 parejas, y con los buenos resultados que está dando la campaña, esta experiencia se trasladará a la provincia de Cádiz, principal bastión de esta especie en peligro de extinción. El Programa de Actuaciones para la Conservación del Alimoche en Andalucía, iniciado en 2004 por la Consejería, tiene como principal objetivo variar la delicada situación que atraviesa la especie provocada fundamentalmente por causas antrópicas. Esta estrategia está basada en el control de la población reproductora y en la ejecución de las actuaciones necesarias para conseguir la supervivencia de los individuos, la salvaguarda de sus territorios de cría y la consecución de una reproducción exitosa.
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