Carta abierta de la Federación Navarra a ADECANA

El Presidente de la Federación Navarra de Caza, José Ángel Remírez, ha dirigido una carta abierta a Carlos Irujo, Presidente de ADECANA, en la que «sale al paso de unas afirmaciones publicadas en una carta de fecha 11 de marzo de 2013 que ADECANA dirige a los cazadores de Navarra para que acudan a una reunión sobre caza».


El contenido de la carta es el siguiente:
Estimado señor Irujo, la Junta Directiva de la Federación Navarra de Caza se ve obligada a salir al paso de unas afirmaciones que hace en una carta de fecha 11 de marzo de 2013 que dirige a los cazadores de Navarra para que acudan a una reunión sobre caza. Dice en esa carta que a «petición de algunos de nuestros socios hemos intentado firmar un convenio de colaboración con sus representantes (se refiere a los de la Federación Navarra de Caza) pero nunca han querido, sólo admitiendo que ADECANA se disuelva y se integren sus representantes en la FNC». Señor Irujo, eso que dice en su carta no es verdad, no es cierto, y por ello le pedimos que rectifique, porque si no lo hace deberemos pensar que pretende engañar a los cazadores a los que se la ha enviado en su propio provecho. La Federación Navarra de Caza nunca pidió a ADECANA que se disolviera, eso no es cierto, faltaría más. Lo que la FNC pidió a ADECANA (en presencia del Sr. Irujo) es que se integrara en la federación de la misma manera que se habían integrado otras muchas asociaciones de cazadores navarras (al igual que Adecap, por ejemplo, está integrada en las federaciones de Vizcaya, Alava y Guipúzcoa), sin merma alguna de su propia personalidad e independencia. A ello debemos añadir que a ADECANA no sólo se le pidió que se federara, también se le ofreció formar parte de la Junta Directiva de la Federación y ocupar los cargos de su elección. Con esa propuesta se pretendía conseguir lo que en buena medida ya existe con excelentes resultados en otras comunidades autónomas, y también en el ámbito estatal: la unidad de todos los cazadores para hacer un frente común en pro de la caza, utilizando para ello un tipo de asociación —la federación— que tiene reconocida legalmente la posibilidad de ejercer por delegación funciones administrativas, con lo que eso puede conllevar en el ámbito de la caza en Navarra. ADECANA rechazó nuestra propuesta, y nosotros respetamos esa decisión, pero no la compartimos, porque la experiencia nos dice que la estructura federativa puede resultar extraordinariamente eficaz para mejorar nuestra situación, ya que lo cierto es que todas las medidas públicas de calado que se han adoptado en beneficio de la caza y de los cazadores han sido promovidas directa o indirectamente por la Federación Española de Caza, que fue quien en su día promovió y consiguió, en julio del año 2005, la modificación de la Ley de Tráfico (con la aprobación de su Disposición Adicional Novena, copiada por la ley foral de caza en diciembre del mismo año), y quien en los últimos días ha conseguido, mediante su participación en la Oficina Nacional de la Caza (fundada y financiada por la Federación española de Caza), que la administración central presente un borrador de ley en el que se recogen algunas reivindicaciones históricas de nuestro sector, entre ellas el establecimiento de un sistema multilicencia (no es lo que se pedía pero algo es algo), la modificación y considerable mejora de la disposición adicional novena la Ley de Tráfico (se exime a los titulares de los cotos de toda responsabilidad por los daños causados por atropellos salvo cuando sean consecuencia de una acción de caza colectiva llevada al cabo el mismo día del accidente), la modificación de la ley 1/1970 de caza para introducir actuaciones sanitarias en las especies cinegéticas, la introducción de una serie de medidas para la reducción de los supuestos de atribución de responsabilidad por daños agrícolas, la armonización de los criterios autonómicos para la apertura y cierre de las vedas (podría suponer la equiparación del cierre de la paloma torcaz con otras comunidades hasta febrero o marzo), etcétera. Dicho lo anterior, aprovechamos la ocasión para referirnos a otros pasajes de su carta relativos a los problemas que nos afectan a los cazadores. Dice usted en esa carta que el asunto del guardería es el problema más acuciante que tenemos los cazadores navarros. Admitimos la importancia que tiene el guarderío, y creemos que hay de que crear un marco legal que solucione el problema de la vigilancia, porque eso es esencial para sostener la caza en el futuro, pero no podemos compartir que en la actualidad sea el problema más acuciante de los cazadores. Nuestro problema más grave es la escasez de caza, señor Irujo, sobre todo perdiz, liebre y conejo. No obstante, como es indudable que el guardería es un problema latente, nos vamos a referir a él para recordarle que la Federación Navarra de Caza envió en agosto de 2012 una carta al Consejero de Medio Ambiente, en la que le decía que no se puede implantar en Navarra un sistema eficaz de vigilancia sin apoyo financiero de las administraciones públicas afectadas, algo que no parece posible en la actual coyuntura económica, por lo que lo más sensato era prorrogar la moratoria que se ha venido aplicando durante estos últimos años hasta la resolución del problema financiero de forma satisfactoria para todas las partes implicadas. Una vez enviada esa carta nos entrevistamos con todos los grupos políticos de Navarra para que apoyaran esa propuesta, y nos consta que hace unos días “Bildu” presentó una propuesta para aplazar la obligatoriedad hasta 2016. Dicho lo anterior, debemos insistir en que nuestro problema principal no es la vigilancia de los cotos, sino la progresiva y masiva desaparición de la perdiz, la liebre y el conejo de la mayor parte de ellos. Llegados a este punto, debemos recordarle algo que usted olvida mencionar en su carta: que en la actualidad se puede efectuar un diagnóstico sobre la situación de la perdiz gracias a los proyectos de investigación impulsados y financiados por la Federación Española de Caza, que han hecho posible detectar las causas principales de la regresión de esa especie (deterioro de hábitats, depredadores, prácticas agrícolas, gestión incorrecta, climatología, etc). También queremos referirnos a algunas afirmaciones despectivas que hace usted en su carta respecto a ciertas iniciativas del colectivo de cotos federados agrupados bajo la denominación “Mesa de la Perdiz”, que pretenden impulsar la recuperación de los hábitats de la perdiz y también el reforzamiento de sus poblaciones mediante la introducción de un sistema de repoblación que garantice el riguroso control genético y sanitario de las sueltas efectuadas. Lo que pretende ese colectivo no es simplemente sembrar perdices año tras año para matarlas como a faisanes, como usted viene más o menos a decir, sino recuperar una forma de gestión que ya existió en Navarra en los años ochenta (con aceptables resultados) y que existe en otras comunidades autónomas que son receptoras de cientos o miles de cazadores navarros que acuden a ellas para disfrutar como no pueden hacerlo en Navarra, dejando en ellas los recursos económicos que aquí no dejan. Admitimos que a usted no le apetezca o no le convenga hablar de ese problema, pero de ningún modo podemos aceptar que sea menos acuciante e importante que otros, por lo que hemos dicho anteriormente. En fin señor Irujo, los problemas más acuciantes de la caza no los vamos a solucionar si sólo nos quedamos en la superficie, tenemos que atacar los problemas de fondo y ver qué es lo que es necesario hacer en Navarra para recuperar las poblaciones perdidas (en la montaña ya no hay prácticamente liebres y en la zona sur están desapareciendo las liebres y las perdices). A nuestro juicio, es necesario adoptar medidas que impulsen y aumenten la productividad cinegética de nuestros cotos, pero para que eso ocurra necesitamos introducir un sistema de vigilancia y gestión que proteja la caza y sus hábitats de los múltiples enemigos que tiene, como la agricultura intensiva, la presión de las alimañas y las rapaces, la climatología adversa, la gestión incorrecta e insostenible, etcétera. Ese sistema de vigilancia y gestión no tiene por qué ser unívoco, puede implantarse de múltiples formas, pero algún día deberemos introducirlo en Navarra (así se estableció en el tantas veces alabado Plan estratégico de Caza). Todo lo que nos queda por hacer lo haríamos mejor unidos, y eso sería mucha más fácil si todos los cazadores estuviéramos federados, con independencia de que cada uno pueda pertenecer a una asociación de cazadores u otra. Fdo. José Ángel Remírez Presidente de la Federación Navarra de Caza
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