Desde la ACEC se ha hecho especial énfasis en que se recoja en dicho Anteproyecto de Ley las estrategias en materia cinegética. Olvidadas también en el presente y en vigor Decreto Legislativo 1/2000, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias que ahora está sujeto a revisión. En esa línea, en estos momentos de crisis económica, la cacería podría contribuir a las rentas rurales, comerciales y profesionales, incluso creando puestos de trabajo directo e indirecto, si contara con un marco normativo adecuado y un apoyo político claro. Por supuesto, de contar con ese apoyo, los beneficios serían exponenciales para los hábitats y la fauna silvestre en general.
Por otro lado, la ACEC ha sugerido una nueva estructura del documento, conforme a normas que en el mismo sentido están siendo desarrolladas por otras comunidades autónomas, si se quiere que la futura Ley de armonización y simplificación en materia de protección del territorio y de los recursos naturales sea eficaz y perdure en el tiempo.
Así mismo, desde la asociación de cazadores argumentan la necesidad de no caer de nuevo en un texto complicado y enrevesado, continuación del ahora en vigor, en el que se recojan todas las materias afectadas partiendo de un régimen jurídico básico para la conservación, uso sostenible, mejora y restauración del patrimonio natural y de la biodiversidad canario, como parte del deber de conservar y del derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, establecido en el artículo 45.2 de la Constitución.
Para finalizar, los cazadores de la ACEC vaticinan para un futuro no muy lejano dos leyes incompletas tratando un mismo asunto. Una, emanada de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial y, otra, desde la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad. Por ello, hacen un llamamiento como canarios, al Consejero D. Domingo Berriel a la reflexión y el sentido común, con el fin de no pulverizar el uso y disfrute del medio natural a las futuras generaciones.
