Elecciones 20-N y caza

Ante las elecciones generales del próximo 20 de noviembre, la Real Federación Española de Caza (RFEC) hace un llamamiento a todos los cazadores, federados o no, para que «acudan a las urnas en estos momentos socioeconómicos por los que atravesamos y tengan en cuenta a la hora de emitir su voto los programas de los distintos partidos en relación con la caza y la conservación de la naturaleza en nuestro país».


Esperamos que el nuevo gobierno que salga de esta convocatoria electoral para los cuatro próximos años se muestre favorable a una regulación y promoción de la actividad cinegética
La nota de la RFEC dice lo siguiente:
Los grupo políticos que concurren a las elecciones han hecho públicos sus programas, en los que la caza no ocupa precisamente mucho espacio, con puntos concretos del PP y más amplios de Foro Asturias, siendo las citas más amplias en relación con el medio ambiente, la conservación de la naturaleza y el desarrollo rural. Los cazadores pedimos respeto, es decir, leyes justas, eliminación de discriminaciones, trato igualitario, protección de nuestros intereses legítimos y apoyo a todo aquello que redunda en algo tan esencial como el desarrollo de nuestro pueblos, de nuestro medio agrícola y ganadero. La actividad cinegética ha demostrado que produce riqueza, que fija poblaciones, que contribuye al sostenimiento del medio rural y que cuida el territorio. Recordamos ante el 20-N toda la problemática que afecta actualmente a la actividad cinegética, ya que a pesar de los avances que se han logrado en los últimos años todavía quedan muchos puntos que preocupan a nuestro colectivo, como las excesivas regulaciones, la falta de una armonización de las legislaciones autonómicas, la multiplicación de licencias, la falta de apoyo a nuestros intentos de mantener la pureza genética y la conservación de los hábitats, los escasos avances en la homologación del control de depredadores, la insuficiente verificación de las repoblaciones y translocaciones, las prohibiciones venatorias en áreas de especial protección, las responsabilidades por los daños producidos por las especies de caza y, sobre todo, en relación con los accidentes provocados en nuestras carreteras por irrupción de animales, un hecho que se produce con mayor frecuencia de la deseable. También, el aumento de poblaciones que en determinadas áreas provoca, además de los daños citados, situaciones de riesgo sanitario. Esperamos que el nuevo Gobierno que salga de esta convocatoria electoral para los cuatro próximos años se muestre más favorable a una regulación y promoción de la actividad cinegética más acorde con la realidad actual española y la de otro países europeos, propiciando el fomento de la caza, no sólo como una acción responsable y ética, no sólo como un aprovechamiento de unos recursos sostenibles y renovables, sino también por su aportación económica a un desarrollo rural, que ahora, en plena crisis y con más de cinco millones de parados, es más necesaria que nunca.
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