Decomisadas artes ilegales de caza en dos cotos de la Sierra de Cádiz

Agentes de Medio Ambiente de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz se han incautado de un total de 137 lazos de acero tras realizar diferentes inspecciones en varios cotos de caza de la sierra gaditana con el objetivo de controlar el empleo de artes ilegales de captura. De este modo, tras recorrer a pie algo más de una veintena de kilómetros, se han detectado 76 lazos de acero dispuestos para su uso en un coto de Olvera, además de otros 61 lazos localizados en otro paraje de Zahara de la Sierra.


Los agentes han retirado en sus inspecciones un total de 137 lazos de acero para la captura de mamíferos carnívoros
Este tipo de artilugios caseros están construidos con cables de acero de diferente grosor y están destinados a la captura y muerte de mamíferos predadores, fundamentalmente zorros y perros errantes. La delegada provincial, Silvia López, ha manifestado que «por parte de la Consejería de Medio Ambiente se aplicará tolerancia cero en estos casos», y ha recordado que «el empleo de este tipo de artes ilegales de caza no sólo supone la comisión de infracciones tipificadas, según los casos, como graves (con sanciones de 601 a 60.101 euros) o muy graves (de 60.101 a 300.506 euros), sino que, además, en determinadas circunstancias incluso podrían llegar a determinarse responsabilidades penales». Los lazos son colocados en zonas de paso de fauna, de manera que la muerte de estos animales se produce de forma lenta y agónica por estrangulamiento, e incluso por inanición si el accionamiento del lazo sólo atrapa a una de sus extremidades. Otra de las razones por las que estos medios de captura están totalmente prohibidos por la legislación tanto comunitaria, como nacional y autonómica, se debe al carácter no selectivo de estas artes, de manera que pueden morir atrapados ejemplares de especies protegidas como linces, garduñas, ginetas, nutrias o tejones. Asimismo los Agentes de Medio Ambiente han detectado cómo el empleo de este tipo de medios se complementa, en ocasiones, con el uso de cebos envenenados, lo que convierte a estos lugares en auténticos agujeros negros para la fauna silvestre. Los Agentes de Medio Ambiente, en el ejercicio de su función como agentes de la autoridad, han procedido —por tanto— a elaborar los correspondientes atestados como consecuencia de los hechos descritos, lo que dará lugar a la apertura de las correspondientes diligencias orientadas a depurar la responsabilidad en los hechos.
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