Desde el conocimiento de que el borrador se correspondía con la transposición de una normativa europea de obligado cumplimiento, y teniendo en cuenta la importancia de una medida que regula la gravedad de una situación con hasta el 85 por ciento de animales salvajes, en algunas zonas, portadores de enfermedades transmisibles a animales domésticos, principalmente tuberculosis, la FAC mostró su sensibilidad e intención de colaborar con la Administración para que la legislación resultante sea al mismo tiempo efectiva desde un punto de vista sanitario y lo menos gravosa posible para los cazadores andaluces, materializándose en una orden que establezca normas sanitarias para la destrucción de vísceras y despojos de animales que son reservorios —transmisores— de estas enfermedades. No en vano, sólo así puede erradicarse y controlar un problema de sanidad animal como es el contagio de tuberculosis en animales domésticos y limitar los posibles riesgos de transmisión a personas en el caso de algunas enfermedades.
En la reunión, convocada por la Consejería de Agricultura, se encontraban presentes, además de los miembros de la FAC y otros organismos implicados en la actividad cinegética, altos cargos de esta Consejería así como de la de Medio Ambiente, organizaciones productoras de caza, ganaderos y miembros del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de Córdoba.
Así, durante la reunión cada colectivo aportó sus alegaciones, puntos de vista y necesidades en un nuevo proyecto de orden que fue repasado exhaustivamente artículo por artículo.
En este sentido, la Federación Andaluza de Caza basó uno de los ejes centrales de su argumentación en las diferencias entre modalidades de caza, distinguiendo monterías, batidas y ganchos, de los recechos y aguardos, que no formarán parte del presente borrador. Asimismo, la creación de muladares en zona de categoría I, que los contenedores estancos puedan ser cualquier recipiente que impida el derrame de los restos cerrándose de forma que se impida a los animales necrófagos acceder al mismo ó que el transporte de los subproductos se pueda realizar en vehículos propios mientras se cumplan unas condiciones de distancia, fueron otras de las propuestas realizadas por la federación. El refuerzo de la figura del veterinario, con mayor implicación en el proceso, y la no obligatoriedad de enviar con antelación las rehalas participantes en las monterías o batidas se incluyeron también entre las propuestas de la FAC.
Desde la FAC se espera que con la aportación de todos los agentes participantes se genere un documento que realmente sea útil para controlar las enfermedades de la fauna silvestre y, al mismo tiempo, sea aplicable por los cazadores para contribuir a la mejora sanitaria de los ecosistemas andaluces.