La FAC ha solicitado una reunión urgente con las Direcciones Generales relacionadas con este borrador
La citada Orden, que ha sido elaborada conjuntamente por las Consejerías de Medio Ambiente y la de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, establece las normas sanitarias aplicables a los subproductos animales no destinados a consumo humano como consecuencia de la práctica de caza mayor, o sea, regula sanitariamente el destino de los despojos animales en caza mayor.
La razón fundamental que justifica esta rotunda oposición de la FAC radica en que los condicionantes sanitarios-técnicos impuestos en este proyecto de orden causarán un importante perjuicio económico a la actividad cinegética de caza mayor (monterías, ganchos, batidas, aguardos y recechos) a pequeña y mediana escala, que persiguen única y exclusivamente la practica del deporte de la caza, sin ánimo de lucro, y en las que no se persigue obtener réditos económicos sino todo lo contrario, practicar estas modalidades tan solo por el hecho de ejercer una práctica deportiva con gran arraigo social y con gran demanda. Económicamente, es inviable que las sociedades de cazadores federadas que gestionan caza mayor puedan soportar el alto gravamen que supondría la puesta en marcha de las medidas previstas en el citado proyecto.
La FAC considera que la implementación de estas medidas de control harán que desaparezcan del panorama cinegético cualquier práctica de la caza mayor en acotados que gestionan estos aprovechamientos a pequeña y mediana escala, en otras palabras, supondría la desaparición de la caza mayor social tal y como la conocemos hoy en día.
La preocupación que ha generado el texto de este borrador ha provocado igualmente que, por parte de la Presidencia de la FAC se haya solicitado una reunión urgente con las Direcciones Generales relacionadas con este borrador al objeto de consensuar un texto acorde con la realidad social de la caza andaluza. La Comisión Técnica de la FAC ultima, en estos días, las alegaciones técnicas al citado borrador.
