La climatología adversa de los días previos en Vizcaya, donde se rondó los 200 litros por metro cuadrado apenas unos días antes y las lluvias del mismo sábado, hicieron temer la multitudinaria presencia de los seguidores a este evento, pero el domingo se volvieron a colapsar de aficionados y sus familias, tanto el propio recinto festivo como sus aledaños.
En la intensa jornada festiva no se registraron ningún tipo de incidentes, ni siquiera de tráfico, gracias a la excelente organización y a la presencia de la Ertzaintza en las zonas de tránsito y de más riesgo.
En la parte reivindicativa, tras las intervenciones de los presidentes federativos vascos de pesca y caza, Txelis Fernandez y José Mari Usarraga, respectivamente, llegó el turno de Juan Antonio Sarasketa, presidente de ADECAP y de la ONC, quien criticó a algunos
«niñatos que se dicen ecologistas y que arremeten contra el cazador sin argumentos. Nunca han conseguido doblegarnos» aseguró Sarasketa.
A pesar de todo, recordó que
«debemos buscar nexos de unión que superen nuestras divergencias; en definitiva, tenemos muchas cosas en común: la defensa de la Naturaleza». El presidente de la ONC también cargó contra algunos políticos
«de tres al cuarto y doble moral que van diciendo por ahí que nuestro mensaje no está basado en el conservacionismo» y les recordó que llevan denunciando veinte años que las semillas matan a los animales, la progresiva deshumanización del campo, o quién mantiene con dinero y esfuerzo propios los animales objeto de su afición.
En cuanto al futuro Reglamento de Armas denunció que no se deja opinar al sector,
«lo que puede ser nefasto», y sobre la futura Ley de Caza Vasca, Sarasketa expresó que el proyecto
«es restrictivo, con sanciones leoninas. Si no prosperan las alegaciones, va a ser muy difícil la caza en Vizcaya y Guipúzcoa… tenemos derecho a que la caza se legisle con sensatez, honestidad y conocimiento. Y no desde el odio y la parcialidad».
También expresó que
«da la sensación de que el Gobierno de Madrid y el nuestro se alejan cada vez más de los postulados de los cazadores y pescadores. Ojalá me equivoque». Sarasketa apeló por ello a la unidad del colectivo
«para defender el devenir de la caza y la pesca», e incluso, en caso de no ser escuchados, aseguró que
«defenderemos lo que es nuestro de la única forma que nadie quiere y nos dejan. Saliendo a la calle a manifestarnos».