Como cada año, se presenta la campaña del Proyecto Corcino

En al año 2004 nació el Proyecto Corcino de la Asociación del Corzo Español. Desde entonces, año tras año, se ha venido reeditando la campaña para evitar que se recojan corzos jóvenes, con el deseo de llegar cada vez a un mayor número de personas que frecuentan el campo en primavera.


Las corzas, como muchas otras hembras de herbívoros, tienen la costumbre de esconder a sus crías entre la vegetación las dos o tres primeras semanas de vida. Para una persona que no conozca el campo, ni estos hábitos de los animales, encontrar un pequeño y desvalido cocino, acurrucado entre la hierba, no le indica más que está abandonado. Un número creciente de corcinos son recogidos cada año. Sacar adelante a un corcino es realmente difícil, incluso para personas con experiencia como los veterinarios. La mayoría de ellos mueren las horas o días siguientes a ser recogidos. Los que no lo hacen están condenados a vivir en cautividad, ya que los animales criados por humanos pierden sus instintos naturales de huir y de defensa, y por lo tanto tienen escasas posibilidades de sobrevivir en el campo. Además, los corzos machos criados en cautividad, se vuelven agresivos y realmente peligrosos. Más de una persona ha tenido que ir al hospital gravemente herido por uno de estos animalitos. La Asociación del Corzo Español (ACE) no podía permanecer indiferente ante esta situación, y de ahí nació el Proyecto Corcino. Con el objetivo de educar a la gente del campo, y la gente que utiliza el campo como forma de expansión, la ACE comenzó en 2004 una campaña de sensibilización sobre el problema. Inicialmente se hizo con trípticos y carteles repartidos por pueblos, colegios, colectivos de cazadores, grupos de montaña, grupos ecologistas, bares, gasolineras, armerías, etc. y se pretendió llegar a las personas del campo o que lo frecuenten durante la primavera, con el sencillo mensaje de que, al encontrar uno de estos animales, simplemente hay que dejarlo donde estaba. La respuesta fue muy positiva ya que muchos voluntarios, distribuidos por toda España, se apuntaron a colaborar con el proyecto. Gracias al inestimable apoyo de estas personas se pudieron repartir 7.963 carteles en 2005, y aumentar a 12.176 en la campaña de 2008. Sin embargo, en 2009 la ACE comienza una nueva etapa, intentando desarrollar la campaña a través de los medios audiovisuales. Gracias a las imágenes cedidas por uno de los socios de la ACE, y la ayuda desinteresada de los hermanos Enrique y Carlos Coto de Geográfica Films, se preparó un vídeo de 2 minutos que desarrolla el espíritu y objetivos de la campaña, siendo el año pasado reproducido en muchos canales de televisión, tanto públicos como privados, de ámbito nacional o regional.
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