II Observatorio Cinegético de la RFEC

El Salón de Actos del Canal de Isabel II de Madrid, completamente lleno, ha acogido el II Observatorio Cinegético de la Real Federación Española de Caza, que continúa con el propósito de servir de foro de discusión entre cazadores, profesionales, Guardia Civil, Administración y Sociedad sobre la situación actual del sector cinegético en nuestro país. Este acto ha contado con la presencia de los alumnos del curso de Formación Profesional en Gestión y organización de los recursos naturales del centro EFA-Oretana de Burguillos, en Toledo.


El furtivismo debe ser incluido en el Código Penal como delito contra el patrimonio y no contra el medio ambiente
El acto ha comenzado con una presentación-introducción de Andrés Gutiérrez, presidente de la RFEC, y en el que ha estado acompañado por Antonio Pérez, director general del Medio Natural del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Nicanor Ascanio, presidente de la Federación Madrileña de Caza, y Felipe Ruza, subdirector General de Conservación del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. En la introducción se puso de relieve «el buen ambiente y la sintonía que actualmente existe entre la Federación y el Ministerio» de Elena Espinosa, y ha agradecido el apoyo con el que siempre ha contado por parte de la Comunidad de Madrid en todos los aspectos relacionados con la caza. Gutiérrez también ha subrayado la utilidad de las conclusiones que salen del Observatorio, explicando que a todas las reuniones mantenidas con el Ministerio y con diversas entidades y organismos oficiales ha llevado las conclusiones del I Observatorio, destacando, entre ellas, la propuesta de crear una futura ley armonizadora de la caza, «respetando siempre las competencias de las comunidades autónomas».

Furtivismo en el Código Penal

«Furtivismo. Cinco años desde la reforma del Código Penal». Ése era el título de la primera de las mesas redondas programadas, en la que el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Jesús Caballero Klink, Alonso Sánchez Gascón, abogado y asesor jurídico de la RFEC, y José María Mancheño Luna, abogado y secretario general de la Federación Andaluza de Caza, y Benigno Martín, teniente de la Guardia Civil, que han hablado extensamente del artículo 335 del actual Código Penal, que tipifica el delito de furtivismo. La mesa fue moderada e introducida por Santiago Ballesteros, abogado y secretario general de la RFEC. Todos los ponentes de la mesa coincidieron en señalar las dificultades interpretativas del párrafo primero del art. 335 del Código Penal, al que todos consideran inconstitucional por ser una norma penal en blanco que genera una gran inseguridad jurídica de los cazadores. En palabras de Sánchez Gascón «no se sabe que quiere decir el párrafo primero». Caballero y Mancheño destacaron la escasa aplicación práctica del párrafo primero del art. 335. La mesa y el público coincidieron la necesidad de reformar el art. 335 a favor del interés general. Otra de las cuestiones suscitadas fue la pertinencia de incluir el furtivismo entre los delitos contra el patrimonio y sacarlo de los delitos contra el medio ambiente. En definitiva, el hecho de cazar en coto ajeno no afecta ni daña a la naturaleza, sino que afecta al derecho de caza en exclusiva que tiene el titular del coto en donde se produce el hecho furtivo. En palabras de Caballero Klink, «debería equipararse al hurto» con un tratamiento individualizado.

La caza, compatible con los espacios protegidos

La segunda mesa redonda, moderada por el periodista y portavoz de la RFEC Antonio Pérez Henares, ha tratado el tema de la compatibilidad de la caza en los espacios naturales, en la que han participado Antonio Pérez, director general del Medio Natural del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino; Javier Castroviejo Bolívar, científico y ex director de la estación biológica de Doñana; Andrés Gutiérrez Lara, presidente federativo; Adolfo Sanz, director de la revista ‘Caza y Safaris’ e ingeniero de Montes, y Manuel Sequeda, director del Programa de Recursos Cinegéticos y Piscícolas de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura. En la introducción a la mesa redonda, Pérez Henares ha señalado que aunque está prohibida la caza en los parques nacionales, se da la paradoja de que se deben capturar animales recurriendo a los propios guardas o a personal de empresas externas. «Los parques nacionales están sometidos al concepto de «santuarios», pero la «no intervención» en estos espacios defendido por el ecologismo conduce al desastre», ha dicho el portavoz federativo. «Es un error intentar conservar los paisajes como una foto fija, pues hay que mantener el proceso que ha hecho posible la conservación hasta ese momento, lo que incluye al hombre y la caza», ha expresado Javier Castroviejo. «La prohibición de cazar es una demostración de prepotencia e ignorancia», ha dicho. Antonio Pérez, director general del Medio Natural del MARM, ha destacado por su parte que «la caza es un uso compatible con la conservación de las especies», y ha indicado como ejemplo la recuperación de la cabra hispánica desde que Alfonso XIII declarase la zona de Gredos como Coto Real. Manuel Sequeda se ha mostrado igualmente favorable en este punto y ha ofrecido datos actuales del Parque Natural de Monfragüe. Andrés Gutiérrez ha explicado que aunque se prohíba la caza comercial y deportiva en los parques nacionales, «en realidad se caza, lo que pasa es que lo llevan a cabo guar- das o empresas externas. Y eso es tirar dinero» ha apuntado, al tiempo que denuncia que «los ecologistas no quieren que la sociedad se entere de cómo se están matando miles de animales en los parques nacionales sin ningún control ni plan previo, porque aunque ahí se está perdiendo unos ingresos que podrían revertir en las zonas rurales, se lo están llevando ellos». Esta caza se lleva a cabo porque, de no intervenir, se producen problemas de superpoblación «que acaban afectando a la salubridad de los animales», ha dicho Adolfo Sanz, director de la revista Caza y Safaris, al tiempo que se refería a la extinción del bucardo en el Pirineo, donde no se permitía la caza. «El hombre debe por ello intervenir para controlar las poblaciones, ya sea introduciendo depredadores como el lobo o el lince, o realizando algún tipo de caza deportiva». La próxima semana se editarán las conclusiones definitivas de este II Observatorio Cinegético de la RFEC y se difundirán a todos los medios.
Comparte este artículo
Autor: 
  
2207 0

Publicidad