En 2008 se detectaron 151 episodios de uso de veneno en Andalucía

El Centro de Análisis y Diagnóstico (CAD), organismo dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, detectó el pasado año 2008 un total de 151 casos positivos relacionados con la colocación de venenos en el medio natural. Estos resultados se produjeron tras proceder en dichas instalaciones al análisis toxicológico de 1.296 muestras remitidas al centro para su examen, fundamentalmente correspondientes a cadáveres de animales y a cebos localizados en el campo andaluz.


El Centro de Análisis y Diagnóstico realizó un total de 1.296 estudios toxicológicos
Entre las provincias más afectadas por esta actividad ilegal los exámenes practicados atribuyen a Granada la mayor incidencia en la identificación de sustancias tóxicas, donde se han contabilizado un total de 25 episodios positivos. Le siguen Sevilla, con otros 23 casos, Cádiz (22), Málaga (21), Jaén (19), Huelva (15), Córdoba (14) y Almería (12). Por otro lado, los análisis han demostrado que estos episodios de colocación de venenos han originado a lo largo de 2008 la muerte de al menos 188 animales. Esta práctica supone la erradicación indiscriminada de la fauna, por lo que su peligrosidad se ha cobrado tanto ejemplares de especies domésticas como de especies silvestres, incluyendo especies protegidas como el lince ibérico, el buitre negro, el quebrantahuesos o el águila real. En este sentido, el 47,87 por ciento (90 ejemplares) de los animales envenenados que han sido localizados corresponde a especies domésticas; el 48,93 por ciento (92 ejemplares) a especies silvestres no protegidas; y el restante 3,19 por ciento (6 ejemplares) a especies catalogadas bajo algún tipo de amenaza. En cuanto a las sustancias más utilizadas para la colocación de cebos, los análisis han corroborado la predominancia de sustancias frecuentemente utilizadas como fitosanitarios —por lo que son fáciles de conseguir—, pero que presentan una elevada toxicidad, como los carbamatos (presentes en el 75,4 por ciento de los casos detectados) y los organofosforados (12,3 por ciento). En total se han detectado hasta 25 compuestos distintos, en muchos de los casos combinados y en concentraciones tan elevadas que podrían causar fácilmente la muerte de animales de gran tamaño e incluso de personas en caso de ingesta accidental. Al igual que ocurriese en años anteriores, la distribución temporal de los más de 150 casos detectados a nivel andaluz se reparte mayoritariamente entre los meses de enero y marzo (40 por ciento del total), lo que pone de manifiesto que la mayoría de los venenos se colocan fuera de la temporada hábil de caza con el objetivo de eliminar posibles predadores. El segundo pico anual aglutina algo menos del 24 por ciento de los casos entre los meses de septiembre y octubre. Además, más de la mitad de los episodios están asociados a zonas con algún tipo de explotación cinegética, fundamentalmente cotos de caza menor. Previamente a la labor de análisis llevada a cabo en el CAD, las tareas de vigilancia y control desarrolladas en el medio natural andaluz por parte de los agentes de Medio Ambiente han permitido localizar y remitir al laboratorio hasta 110 (el 77,33 por ciento) de las muestras asociadas a casos positivos. Junto a ellos, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) es responsable del 22, 67 por ciento de los casos. Mientras, en un 4 por ciento de las ocasiones las labores de detección se han producido de forma conjunta. Por lo demás, al margen de los resultados obtenidos, las provincias con mayor número de muestras remitidas al CAD para su análisis toxicológico son Sevilla (251), Jaén (236), Málaga (201), Granada (164), Huelva y Cádiz (144 cada una), Córdoba (85) y Almería (69), incidencia que presenta una notable similitud con la relativa a los casos de envenenamiento de fauna y detección de cebos envenenados. Esto da un total de 1.294 muestras analizadas, de las que un mayoritario 56,88 por ciento se asocia a cadáveres o restos cadavéricos (736 muestras), y otro 38,25 por ciento (495 muestras) a cebos supuestamente envenenados. Las tareas de seguimiento y análisis desarrolladas por la Consejería de Medio Ambiente se enmarcan en la Estrategia Andaluza de lucha contra el Veneno, iniciativa pionera puesta en marcha por la Administración ambiental en 2004 y que consta de 61 medidas de acción. Entre dichas actuaciones prevalece el principio de prevención, con una especial importancia de las tareas de concienciación y sensibilización, así como del incremento del esfuerzo de detección y del empleo de medidas de carácter disuasorio. En este sentido, destaca el empleo de dos equipos caninos adiestrados en la detección de venenos, sustancias cuya colocación en el medio natural ha ido disminuyendo de forma paralela al incremento en la realización de inspecciones.
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