Alertan del peligro de extinción de la perdiz moruna

La Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) ha alertado hoy del «alto peligro de extinción» que corre la perdiz moruna (Alectoris barbara), autóctona en el norte de África, que han calificado como «patrimonio natural» de Ceuta, por ser el único lugar de España donde se reproduce de forma natural.


El problema radica en que se han localizado en los montes de la ciudad muchos ejemplares que no pertenecen a la especie silvestre natural de Ceuta
Según ha explicado a EFE el delegado de Conservación de la SEO/Birdlife en Ceuta, José Jiménez, el problema radica en que se han localizado en los montes de la ciudad muchos ejemplares que no pertenecen a la especie silvestre natural de Ceuta: son aves procedentes de explotaciones cinegéticas, «fáciles de identificar por el desgaste en plumas o pico, típico de los animales criados en cautividad». José Jiménez ha declarado que tan sólo hay dos vías de entrada de estos ejemplares «que están siendo introducidos de forma ilegal en Ceuta por Marruecos o mediante una granja cinegética», aunque la Consejería de Fomento ha negado haber dado ninguna licencia para una explotación de la especie. Desde la SEO se ha indicado que la suelta de estas perdices «vulnera» la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, y que su introducción podría facilitar «una superpoblación de depredadores que afectaría a otra especies autóctonas» al incrementarse las 'presas' disponibles. Por ello, la Sociedad ha denunciado «los hechos y las irregularidades que se están cometiendo» ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y ha dirigido un escrito al Gobierno local. En este escrito se solicita que se realice un plan de protección de dicha especie con una serie de medidas como la prohibición de caza de la especie de forma «inmediata e indefinida», y que la Consejería de Medio Ambiente «prohíba repoblar con aves cinegéticas las especies autóctonas de Ceuta». José Jiménez ha anunciado que en las próximas semanas la SEO realizará una serie de conteos para determinar el número de ejemplares nominales que siguen vivos, puesto que hace un año «sólo quedaba una población de unas treinta parejas reproductoras, y así conoceremos la situación real de la especie». También ha añadido que espera que no ocurra lo mismo que en Melilla, «donde la especie ya ha dejado de reproducirse».
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