El CCB, ADECANA y ABN respaldan la interrupción de la caza de la becada

El Club de Cazadores de Becada, la Asociación de Cazadores Navarros y la Asociación de Becaderos de Navarra han mostrado su apoyo a la decisión del Ejecutivo foral de interrumpir la temporada de caza de esta especie para evitar daños en los animales, mucho más vulnerables por el intenso frío registrado a lo largo de este invierno. Al mismo tiempo, se han mostrado en contra de la reapertura de la caza de la becada en Vizcaya, Guipúzcoa y Cantabria.


 Becada en vuelo.
Becada en vuelo.
Pedimos a las administraciones de Vizcaya, Guipúzcoa y Cantabria que reconsideren la situación y sigan el criterio de Aquitania (Francia) y de Navarra de interrumpir la caza de la becada
En nota difundida a los medios, estas tres asociaciones argumentan lo siguiente:
Ante la situación de reapertura de la caza de la becada en Bizkaia y Cantabria, y de la posibilidad de que así ocurra también en Gipuzkoa, las siguientes asociaciones de cazadores estiman hacer ciertas consideraciones ante la preocupante situación que la población de becadas está viviendo en este momento. En el presente mes de enero se ha producido una situación meteorológica en la que hemos padecido nevadas en cotas bajas y, lo que es más grave, varias jornadas con temperaturas inferiores a 0º las 24 horas del día. Esta situación excepcional ha provocado concentraciones masivas de becadas en las costas del suroeste europeo como Francia y norte de España. Afortunadamente, en los últimos años, nos hemos provisto en la reglamentación que atañe a la caza, de un protocolo de ola de frío que tiene como objeto proteger a la especie en el que, probablemente, sea el momento más delicado al que se enfrenta la becada desde un punto de vista biológico y que la convierte en enormemente vulnerable si, en esas circunstancias, seguimos ejerciendo la caza sobre ella. En los últimos días regiones del suroeste francés, Navarra, Gipuzkoa, Bizkaia y Cantabria, han aceptado asumir su responsabilidad ante la situación creada y han suspendido la caza de la becada dando un paso que se antojaba absolutamente indispensable. Lamentablemente ya habíamos cometido el error, TODOS, de no predecir con la suficiente antelación la llegada de la ola de frío y sus penosas consecuencias para la población becadera por lo que, para cuando el cierre de la caza fue puesto en marcha, ya habíamos provocado un durísimo daño a la especie. En esta última semana de enero nos encontramos ante la disyuntiva de reabrir, o no, la caza de la becada y al respecto, quisiéramos hacer ver algunas circunstancias biológicas de la especie que son determinantes para, en ningún caso, reanudar esta temporada la actividad cinegética en nuestros territorios. La becada invernante puede sobrevivir a ayunos de entre 4 y 9 días, según sexo. Esta capacidad le faculta para sobrevivir a la media de las olas de frío que afectan al oeste de Europa (O. Duriez, 2003) por lo que el más grave peligro para la especie no lo representa la ola de frío en sí misma, aunque provoca aumento de mortalidad, si no el hecho de que practiquemos la caza en las zonas refugio, en tales circunstancias de debilidad física y concentraciones masivas. A día de hoy, 18 de enero de 2009, y tras aproximadamente 8 días de veda en algunas regiones, se levantan voces pidiendo la reapertura de la caza aduciendo la mejora de las condiciones meteorológicas, reapertura que supondría cometer un enorme error porque provocaría una mortalidad gravísima para el futuro inmediato de la especie. Las olas de frío provocan que el suelo se congele impidiendo el acceso de las becadas a su alimento. Ante esta situación, se desplazan masivamente a lugares con temperaturas más suaves, generalmente situados cerca de las costas. Tras la mejora de las condiciones meteorológicas la respuesta de cada estrato poblacional presenta diferencias. Los ejemplares adultos, de más de un año, arraigados por sus invernadas anteriores a un refugio de invernada responderán a su impulso de volver a él lo antes posible tras la remontada de las temperaturas dispersándose. Sin embargo, los ejemplares jóvenes, nacidos en el último ciclo reproductivo, que se encuentran en su primera invernada y que, por tanto, no tienen aún arraigo a un lugar determinado, se muestran mucho más lentos a la hora de abandonar las zonas en las que han encontrado refugio durante la ola de frío por lo que su mecanismo de dispersión es mucho más lento que el de los adultos, manteniéndose concentraciones peligrosas de becadas en esas zonas muchos días después de la mejora de las condiciones meteorológicas, de modo que una reapertura de la caza, como la que ahora se plantea, demasiado apresurada, favorece la realización de auténticas masacres que se dejan notar en el estado poblacional de la especie en las temporadas siguientes. Es por esto que se recomienda encarecidamente que cuando las olas de frío tienen lugar en el mes de enero los cierres de la caza sean definitivos (C. Fadat, 1995). Cazando en estos lugares y circunstancias cometemos, además, el dramático error de tirar por la borda, en pocos días, la enorme e importantísima labor de protección que durante años ejercen las reservas, ya que las becadas en ellas estacionadas habitualmente, también han abandonado, empujadas por la ola de frío, el refugio seguro que responsablemente les hemos proporcionado para acercarse a los lugares donde poder alimentarse, por lo que podemos, en estos días, abatir poblaciones que hemos estado protegiendo con el esfuerzo de las Administraciones y el sacrificio de los cazadores, arruinando, de un plumazo, una labor de protección de años enteros. Somos conscientes de que algunos muy irresponsables representantes de cazadores presionan a las administraciones para reabrir la caza. Algunos proponiendo que se haga bajo la supuesta protección para la especie de la implantación de modestos cupos individuales que no son más que la excusa y la rendija por la que se cuela un durísimo golpe del que tardaría muchísimo tiempo en recuperarse la becada.. Así pues, las asociaciones abajo firmantes, rogamos encarecidamente a las administraciones implicadas que no cedan a las presiones de cazadores sin escrúpulos y mantengan el cierre por ola de frío para el resto de la temporada 2008/09. Jesús Miguel San Martín Iribarren Presidente de la Asociación de Becaderos de Navarra José Felipe Díez Carriles Presidente del Club de Cazadores de Becada Miguel Iñigo Noain Presidente de la Asociación de Cazadores Navarros “ADECANA”
Comparte este artículo
Autor: 
  
5524 0

Publicidad