Guadalajara

Caza un corzo con un impresionante trofeo a finales de junio

Un recechista cazó ayer un espectacular corzo multipuntas en una finca de la provincia de Guadalajara. La dificultad del abate de este gran trofeo radica en haberlo recechado en una zona de monte bajo y el hecho de que han transcurrido tres meses desde el inicio de la temporada de la caza del corzo.


 caza corzo medalla
caza corzo medalla

A finales de primavera y durante el verano, los corzos cambian sus hábitos. Esto es debido a la subida de las temperaturas y a la escasez de alimento en las siembras, el cereal ha sido recolectado, unido al alumbramiento de los corcinos por parte de las hembras. Este hecho incrementa la complejidad de capturar ejemplares con importantes cuernas.

La caza del corzo en verano

A primeros de abril se inició la temporada de la caza del corzo en las modalidades de rececho, aguardo o espera en Castilla-La Mancha. Transcurridos tres meses desde el comienzo de la caza del pequeño ungulado, un recechista ha logrado abatir uno de esos ejemplares que colmarían las expectativas de los más exigentes cazadores.

Jesús Vázquez, acompañado de su amigo Pablo y del perro de caza de este, un macho de la raza teckel y de nombre Pipa, se dirigieron de madrugada a un acotado de Guadalajara con la intención de cazar un corzo al rececho.

En esta época del año es necesario aprovechar las primeras y las últimas horas del día para poder localizar los corzos en los claros del monte. Según expertos corceros en uno de los foros de la Asociación del Corzo Español, los machos cambian sus costumbres en este periodo del año. Evitan las zonas abiertas ante la escasez de alimento en los rastrojos de cereal y se limita a buscar sus alimentos preferidos, como son los brotes tiernos de encinas y robles o de matorrales como la zarza, en el monte. Esta variación de hábitos se ve acentuada por el desarrollo de la temporada de caza de la especie. 


Teckel de nombre Pipa, inseparable compañero de cazador. A la derecha, Jesús Vázquez junto al impresionante corzo recién abatido.

Celebra el comienzo de la nueva estación cazando un corzo impresionante

A las 6:20 horas, el recechista desenfundó su arma y se adentró en el monte junto a su compañero. Avanzaban muy despacio para evitar hacer ruido. La sequedad de la vegetación dificulta enormemente el acercamiento a los animales en este periodo del año. Minutos más tarde de iniciar el rececho, localizaron a escasa distancia una pareja de corzos. El macho, pese a tener un importante trofeo, no cumplía las expectativas del cazador. Buscaba un ejemplar con una cuerna excepcional para dar por finalizado el año corcero.

En busca del gran macho de corzo

El hecho de que las nubes cubrieran el cielo permitió a los recechistas ver un gran número de ejemplares en el monte a lo largo de la mañana. Esta eventualidad animó a los cazadores a dirigirse a las zonas del acotado donde tenían constancia de la existencia de grandes machos.

Tras una prolongada y agotadora caminata, alcanzaron unas zonas sin vegetación en lo más intrincado del monte. En una de estas asomadas a los claros situados en el interior de la mancha de maleza se encontraron un ejemplar con una espectacular cuerna. Jesús situó la mochila en el suelo para utilizarla como punto de apoyo.

En cuanto centró en la cruz de su visor al corzo macho, apretó el gatillo de su rifle de la marca FN del calibre .270W. La bala impactó en el cuerpo del ungulado a 280 metros de distancia. En esta ocasión no fue necesaria la ayuda de Pipa para recuperar la pieza. Se trata de un impresionante ejemplar de nueve puntas con una gruesa cuerna adornada con un precioso perlado. La peculiaridad de ese trofeo son los extremos de sus cuernas, que no acaban en punta, sino que se aplanan.

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Caza un impresionante corzo de 11 puntas en el mismo lugar que hace 6 años abatió un macho de 10 candiles

Se trata de un corzo con un trofeo de 11 puntas y adornado con un grueso y bonito perlado. Hace seis años, el cazador abatió en el mismo lugar del acotado un animal de similares características. El ejemplar abatido también era merecedor de una presea dorada, como el cazado esta temporada.

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Un cazador gallego abate un espectacular corzo único con una "pala" en una de sus cuernas

Diez puntas, tres de ellas en una espectacular ‘pala’. Sin duda, uno de los trofeos más extraños y, por ello, apreciados de la temporada corcera. El cazador logró hacerse con este extraordinario trofeo, después de un emocionante rececho.

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