Barcelona

Una animalista acusa a los perros de unos cazadores de atacarla y de dejar traumado a su perro: te contamos lo que sucedió

Cazadores catalanes se ponen en contacto con la redacción de Club de Caza para desmontar las acusaciones vertidas por una anticaza. Les acusa de varios hechos que los cazadores desmienten fácilmente.


  desmentimos animalista anti caza
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Los hechos que supuestamente denuncia la animalista tuvieron lugar el sábado durante la celebración de una batida autorizada y debidamente señalizada organizada por la Sociedad de cazadores de San Quintín de Mediona. Según la anti caza, varios de los canes participantes en la cacería acosaron a su perro mientras, conforme lo asegurado por los cazadores, este paseaba suelto por un camino rural contiguo a la zona de caza.


Los cazadores señalizaron correctamente la batida.

Una batida de jabalíes autorizada y debidamente señalizada

La batida de jabalíes contaba con todos los permisos y las autorizaciones pertinentes y estaba siendo celebrada en terrenos bajo la titularidad de la sociedad de cazadores del municipio barcelonés, situado al norte de la comarca del Alto Panadés, en el valle mediano de la riera de Mediona.

Los cazadores habían notificado también al ayuntamiento de la localidad el lugar donde iban a cazar para señalizar y cortar los caminos que lo atraviesan. Desmintiendo así lo denunciado por la que les acusa de no haberlo hecho en redes sociales.


Señalización de la cacería conforme a la normativa autonómica.

Los cazadores dan su versión de los hechos

Un portavoz de la Sociedad de cazadores de San Quintín de Mediona se ha puesto en contacto con este medio para que se haga público cómo, según los integrantes del grupo de cazadores, sucedieron los hechos:

"En el transcurso de la batida, varios de los perros, de las razas podenco y sabueso, de una de las rehalas participantes abandonaron unos metros el perímetro de la zona a batir. Todos ellos equipados con collares GPS.

Los cánidos se encontraron con una señorita que paseaba por un camino rural, no por una carretera, junto a su perro. No estaba atado por una correa como dice ella en la grabación. Los propietarios de los perros de caza se encontraban a escasos metros de estos y se personaron rápidamente en el lugar”.


Esta es la zona donde se celebró la batida, perimetrada en rojo, y la cruz azul señal la posición de la animalista. A la derecha, la anticaza y algunas de sus acusaciones fácilmente desmentidas.

Los canes estaban en todo momento localizados y controlados

“Al llegar, hallaron a la animalista con un perro en brazos de la raza shiba inu. Nada más ver a los rehaleros, comenzó a gritarles de manera inadecuada. Uno de los perreros llamó a los perros, que acudieron a su lado al instante, dejando de molestar a la animalista y a su mascota.

Pese a que no paraba de gritarle, el cazador se preocupó de su estado y el de su perro, a lo que ella contestó, al igual que en la grabación que ambos no habían sufrido daño alguno. Aunque diga ahora que su mascota ha quedado traumatizada por relacionarse con otros seres de su propia especie.

El rehalero le ofreció si fuera necesario el seguro de la rehala y la batida. Como podemos ver, no ha sido preciso su uso. Era lo adecuado y coherente, aunque esta señora se haya sentido molesta por el ofrecimiento".

Un perro ‘traumatizado’

Después, en redes sociales, la anti caza se ha dedicado a acusar a los cazadores y a asegurar que su perro está “traumatizado” porque otros canes se hayan acercado, sin causarle daño alguno, y le hayan olisqueado.

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